De aquí viene mi inspiración : Muse!!

domingo, 28 de marzo de 2010

Sufrir : Recibir con resignación un daño moral o físico




La sinfonía de tus palabras

Que cala dentro de mi corazón

Destruye poco a poco mi cordura

Y deja para a la crisis de la razón

Pocos tienen el placer de escucharte

Pocos pueden besarte

Pero yo acaricio tu ser

Como si de la situación

La pobreza saliera a merced

Del desierto devastador de tu piel

Carismáticamente decorada

Tupida como la seda

No te acomodes en el sillón

Mira al frente y se valiente

No te escondas

En las últimas filas

De tu batallón.

Se soldado

Con el corazón vendado

No mires atrás

Tan solo cumple órdenes

Una vez más.

Acalorado,

Los regímenes

Esposados salen de la bahía

Gritan de dolor

Al ser cruelmente mutilados.

No te tomes el zumito

No te tomes un respiro

Sal ahí fuera y lucha

Como un Baudelaire

Con su monotoneidad.

Mata si tienes que matar

Sana si tienes que sanar

Bombardea si es tu misión

Rescata si es tu única opción

Pero no te quedes pensado

Si vas a hacer algo,

Dudar no está permitido en este juego de dos.

Calla y deja de pensar,

Solo actúa,

Mira y disfruta

De tu soledad.

Nuestros sueños.







En tus sueños yo me adentro

Me creo un colono

En tus pensamiento.

Veo tu infancia

Veo tu risa

Veo en tu corazón

Una margarita.

Yo quiero estar allí,

Vivir esos momentos

Pero bien sé que no puedo

Que soy de lo ajeno.

Eres el sol

Cuando hablas brillante,

Eres la luna

Con tus caricias nocturnas,

Eres la fina arena

Cuando me mimas,

Eres mi vida

La que por ti daría.

Yo soy la nada

Yo soy tu todo:

Un capullo en flor,

Tu pudor

una mirada,

que te camina

Una suave brisa,

En ti un huracán,

Tu universo

Que te dilata y estalla

Una confesión

En tu sensible oído.

Y nuestra casa blanca

Aun nos espera:

Su cerca de césped

Solo es hipotética,

Sus grandes ventanas

Son un bello sueño,

Ese lago de fondo

Un añorado reflejo.

Orbe Gris

En la angosta mañana,
Las serpientes del viento me susurraban;
Conjuraban mis sentidos,
Llevabanse mis pensamientos,
Lindantes con mi oído y panorama,
Mirada al infinito…

En la calle afónica de ruido,
Mis pisadas enaltecían el polvo
Mientras, perforabanlo,
Calando en la armonía del hálito;
De eco a eco,
De sonrisa a sonrisa…

Romos, contra las paredes de mi cráneo
Se encontraban,
Mis rimbombantes sinsabores.
Asestados de mil y una angustias,
Pasadas en mil y una sazones…

Chocabanse no obstante,
En mi lánguido musculo,
Las pulsaciones marchitas,
De coloquiales ilusiones,
Diástole de flor…

Quiero ver

Quiero ver,

tu cara de felicidad.

ahogarme en tu boca,

perderme en tus ojos,

viajar por tu piel,

por tu fragancia hechizarme.

Quiero ver,

tu cara de felicidad,

abrir regalos juntos

una navidad más.

Ojalá pasen los años,

que nuestros corazones

sigan latiendo al mismo tiempo

para formar una familia

y escuchar los pasos torpes

de alguien más.

El tiempo corre,

un mes menos

para volar como murciélago:

volar por tus manos,

volar por tu pecho,

besar tu corazón.

Quiero ver,

tu cara de felicidad;

mirar la Luna y al unísono suspirar;

ahora la veo y pienso:

ojalá cuando la observes

te acuerdes de VaMM.

El arrollo galopa,

su agua está fría y

al tacto duele,

pero cuando el 5

nos besemos de verdad,

cambiará su estado

y nos envolverá.

Quiero ver tu cara de felicidad…

Melodramático

Es algo querido,
Es algo casi obsceno,
Es algo que ansío,
Y que también quiero.

Eres lo que más amo,
Eres lo que más siento,
Eres lo más rico que tengo,
En mi pensamiento.

Eres como el viento:
Envuelves mi cuerpo.
Eres como un beso:
Igual de tierno.

Contigo sueño,
Contigo leo,
Contigo sonrío,
Contigo vivo.

No eres más que algo,
No eres más que mío,
No eres más que mis besos
Y los susurros en tu oído.

Tenerte no quiero,
Pero besarte ansío;
Corromperte no quiero,
Pero te necesito.

Tu nombre es Diego,
Tu nombre es Isaías,
Tu nombre es secreto
Menos para este ser sombrío.

Me sucumben tus negros ojos,
Suspiro por tus labios,
No soporto ver tus manos
Si no están sobre mi cuerpo.

Yo te amo,
Yo te quiero,
Tú eres mío,
Mi corazón bello.

Nota: No les voy a mentir, no me gustan las poesías de amor, de hecho, ni me gusta la poesía. Solo me deleito con un grupo selecto de la altura de Baudelaire no de Machado. Pero mírenme aquí, haciendo una insignificante poesía de amor; una cursi, asquerosamente melodramática y machacada poesía de amor. No lo escribo por mí, sino por y para la persona a la que va dirigida, que sé que sí que le gustan. Te amo Dieguito, Bollito, Leoncito, Mickey Mouse: mi hombre.

Oda al cuento.

Mira hacia arriba,
Ve el cielo manchado.
Mira hacia abajo,
Ve la clara arena.
Mira hacia el frente,
Le sorprende una corriente.

La hierba fresca tiembla,
Se inclina hacía la suave brisa.
Las gaviotas son su corte,
Y las olas su brisa marina.

Las estrellas solo brillan
Para ver su sonrisa.
La luna solo emerge
Para calmar su hipocresía.

Ella no quiere ser niña,
Ella no quiere ser princesa,
Ella quiere ser la gaviota que vuela,
La hierba que se ladea.

Los bufones están tristes
¿Qué tendrá la princesa?
Las lágrimas caen
Sobre sus manos de perlas.

Los príncipes van y vienen,
Todos quieren complacerla,
Pero ninguno sabe
Que solo el cielo podrá quererla.

Las estrellas ya lloran,
No ven su sonrisa.
La luna se estresa,

¿Ya no tiene carisma?.

Todos están tristes,
Su boca de fresa está larga.
Sí las hadas no la ayudan
Morirá de tristeza.

Las flores se marchitan,
Y los seres mágicos se apenan,
Piden ayuda a su reina,
Que no sabe cómo auxiliarla.

Después de mucha espera,
Amaneze el Sol con una respuesta.
¡Que la princesa sea nube!,
¡Que sea agua!.

¿Cómo hacerlo?
Esa es la tortura:
Todos tienen miedo
Ha hacerle daño a la joven princesa.

- Un beso del viento,
Una sonrisa del mar
Un pétalo de rosa
(Dice un joven con género)

sábado, 27 de marzo de 2010

Look to the beyond Cap.1 A

5 años dan para mucho



Un coche de policía voló a mi lado, alborotó mi rojizo pelo y atrapÓ mi mirada unos instantes. ¿Qué pasaría? Esto se había vuelto muy común en los últimos días, es decir, ver a las autoridades volar por el asfalto. Últimamente una banda había teñido las calles de París de pánico. Habían provocado incendios, altercados, muertos,… La casa de enfrente mía estalló y se convirtió en un maravilloso, precioso, admirable, tierno infierno de fuego.

— Hey nena, tienes un culo muy bonito – dijo un hombre desde su Halley, cazadora y pantalones de cuero, pelo largo, extremadamente musculoso - ¿Quieres dar un paseo?

— No, tengo prisa, estoy ocupada.

— Nena, no te enfades, te lo vas a pasar muy bien – alzo la pierna y se bajó de la moto, empezó a acercarse a mí.

— No soy ni tu nena ni la puta que buscas, asique déjame en paz – cambió el gesto. Ahora su cara reflejaba la ira. Vino a mí a zancadas grandes.

Iba a haber pelea. No debía reflejar mi nivel emocional. Primero distraer al objetivo, luego bloquear su jab, darle un puñetazo cruzado en la mejilla izquierda, desconcertarlo ,aturdido intentara un derechazo, bloquear con el codo y atacar al cuerpo con el puño; bloquear su izquierda, castigar la mandíbula, fracturarla, romper las costillas fisuradas, provocar traumatismo en el flexo soldar, dislocar la mandíbula por completo, patada en el diafragma. En resumen, zumbido de oídos, mandíbula rota, tres costillas fisuradas, cuatro rotas, hemorragia abdominal. Recuperación física 6 semanas, recuperación psicológica completa 6 meses.

— Menuda pérdida de tiempo.

Me giré y me fui. Tengo que admitir que cuando puso cara de mal humor, me temblaron las piernas. Pero después vi que sus movimientos eran lentos y sus reflejos casi nulos. En definitiva, muy fácil de combatir. ¿Sería igual con esa banda de pirómanos que asolaba la ciudad? No, estoy segura de que no.


‍‍~


Era una noche fría y húmeda. Hacía viento y los pasos se escuchaban por todas partes. Los perros ladraban, los gatos se peleaban, los humanos se tiraban botellas de cristal entre ellos, enfrascados en una pelea. Todo parecía precioso en París, pero en los suburbios todo era diferente. Entré en mi edificio, subí las escaleras hasta el 5 piso. Miré las nuevas pintadas de grafiti en las paredes que ascendían. Luego abrí mi puerta, y me fui a mi cuarto lleno de viejos recuerdos de cuando mis padres vivían, de cuando era feliz, de cuando no tenía frío por las noches, de cuando ese señor me calmaba por las noches. Al recordarlo, me abrumaron los sentimientos que escondía en el fondo de mi corazón. Me encogí en mi cama, empecé a llorar. Cuanto quería volver a escucharlo. Miré por la ventana, esperando verlo. Pinté una carita triste en el cristal empañado por mi aliento, esperando que él viniera y me quisiera como antes.