De aquí viene mi inspiración : Muse!!

sábado, 27 de marzo de 2010

Look to the beyond Cap.1 A

5 años dan para mucho



Un coche de policía voló a mi lado, alborotó mi rojizo pelo y atrapÓ mi mirada unos instantes. ¿Qué pasaría? Esto se había vuelto muy común en los últimos días, es decir, ver a las autoridades volar por el asfalto. Últimamente una banda había teñido las calles de París de pánico. Habían provocado incendios, altercados, muertos,… La casa de enfrente mía estalló y se convirtió en un maravilloso, precioso, admirable, tierno infierno de fuego.

— Hey nena, tienes un culo muy bonito – dijo un hombre desde su Halley, cazadora y pantalones de cuero, pelo largo, extremadamente musculoso - ¿Quieres dar un paseo?

— No, tengo prisa, estoy ocupada.

— Nena, no te enfades, te lo vas a pasar muy bien – alzo la pierna y se bajó de la moto, empezó a acercarse a mí.

— No soy ni tu nena ni la puta que buscas, asique déjame en paz – cambió el gesto. Ahora su cara reflejaba la ira. Vino a mí a zancadas grandes.

Iba a haber pelea. No debía reflejar mi nivel emocional. Primero distraer al objetivo, luego bloquear su jab, darle un puñetazo cruzado en la mejilla izquierda, desconcertarlo ,aturdido intentara un derechazo, bloquear con el codo y atacar al cuerpo con el puño; bloquear su izquierda, castigar la mandíbula, fracturarla, romper las costillas fisuradas, provocar traumatismo en el flexo soldar, dislocar la mandíbula por completo, patada en el diafragma. En resumen, zumbido de oídos, mandíbula rota, tres costillas fisuradas, cuatro rotas, hemorragia abdominal. Recuperación física 6 semanas, recuperación psicológica completa 6 meses.

— Menuda pérdida de tiempo.

Me giré y me fui. Tengo que admitir que cuando puso cara de mal humor, me temblaron las piernas. Pero después vi que sus movimientos eran lentos y sus reflejos casi nulos. En definitiva, muy fácil de combatir. ¿Sería igual con esa banda de pirómanos que asolaba la ciudad? No, estoy segura de que no.


‍‍~


Era una noche fría y húmeda. Hacía viento y los pasos se escuchaban por todas partes. Los perros ladraban, los gatos se peleaban, los humanos se tiraban botellas de cristal entre ellos, enfrascados en una pelea. Todo parecía precioso en París, pero en los suburbios todo era diferente. Entré en mi edificio, subí las escaleras hasta el 5 piso. Miré las nuevas pintadas de grafiti en las paredes que ascendían. Luego abrí mi puerta, y me fui a mi cuarto lleno de viejos recuerdos de cuando mis padres vivían, de cuando era feliz, de cuando no tenía frío por las noches, de cuando ese señor me calmaba por las noches. Al recordarlo, me abrumaron los sentimientos que escondía en el fondo de mi corazón. Me encogí en mi cama, empecé a llorar. Cuanto quería volver a escucharlo. Miré por la ventana, esperando verlo. Pinté una carita triste en el cristal empañado por mi aliento, esperando que él viniera y me quisiera como antes.

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